El ladron
Salía cada mañana muy temprano de casa para ir a mi habitual trabajo y luego me iba corriendo a mi trabajo adicional. Con ello intentaba apaciguar mis dificultades económicas. Regularmente regresaba a casa como a las 10:00 pm, hastiado y muy agotado.
Al llegar a casa solo me esperaba mi incondicional esposa para acompañarme en la cena, mientras mi hijito de 4 años, luego de esperar mi llegada cada noche, era vencido por el sueño y se iba a dormir.
Un día al llegar a casa, me encuentro con la sorpresa de que mi hijo, aún me esperaba. Ahí estaba con sus ojos adormilados y con su gran sonrisa. Corrí lo bese y lo abrace, como en nuestros inseparables días.
Luego de ello me fui a desvestir a la habitacion y mi hijo corrió detrás de mi para luego preguntarme:
- ¿Papa donde estabas? – Preguntó con gran dulzura e inocencia.
- Trabajando hijo – Conteste.
- ¿Trabajando? – Preguntó con cierto desconsuelo - Papa ya no te veo ¿Porque trabajas?
- Estoy trabajando para poderte comprar muchos regalos y para darte todo lo que tu me pidas hijo – Conteste lentamente, intentando justificar la complejidad de mi crisis financiera a un niño.
- Pero nunca me compras nada – me dijo con gran decepción e inconformidad.
- Es que… -Suspire hondamente, mientras se me partía el corazón- no he tenido TIEMPO. ///Tu comentario vale...opina.
Al llegar a casa solo me esperaba mi incondicional esposa para acompañarme en la cena, mientras mi hijito de 4 años, luego de esperar mi llegada cada noche, era vencido por el sueño y se iba a dormir.
Un día al llegar a casa, me encuentro con la sorpresa de que mi hijo, aún me esperaba. Ahí estaba con sus ojos adormilados y con su gran sonrisa. Corrí lo bese y lo abrace, como en nuestros inseparables días.
Luego de ello me fui a desvestir a la habitacion y mi hijo corrió detrás de mi para luego preguntarme:
- ¿Papa donde estabas? – Preguntó con gran dulzura e inocencia.
- Trabajando hijo – Conteste.
- ¿Trabajando? – Preguntó con cierto desconsuelo - Papa ya no te veo ¿Porque trabajas?
- Estoy trabajando para poderte comprar muchos regalos y para darte todo lo que tu me pidas hijo – Conteste lentamente, intentando justificar la complejidad de mi crisis financiera a un niño.
- Pero nunca me compras nada – me dijo con gran decepción e inconformidad.
- Es que… -Suspire hondamente, mientras se me partía el corazón- no he tenido TIEMPO. ///Tu comentario vale...opina.
0 comentarios:
Publicar un comentario